UNIDADES FAMATINIANAS DE LA CORDILLERA FRONTAL

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PROVINCIAS DE CATAMARCA, LA RIOJA Y SAN JUAN mas abajo Mendoza

SECTOR DE FIAMBALA (27° 40´ N) Filo de los Asadores, Cerro del Matambre, Las Planchadas, Campo Negro, Tamberias SECTOR DE TINOGASTA (28° 31´N) Afloramientos mayoritariamente en la Precordillera (Sierra de Las Minitas, Cerro del Leoncito, Cerro de las Tunas, Cerros del Cachiyuyal.

SECTOR DE MALIMAN (29° 34´N) Afloramientos en el limite entre Cordillera Fontal y Precordillera a lo largo del Rio Blanco. Sierra Alta de las Cuevas, Llano de San Guillermo, Sierra de la Punilla, Chinguillos, Sierra del Volcan, Sierra de Yerba Loca.

SECTOR DE RODEO (30° 46´N). Casi todos los afloramientos en la Precordillera (Sierra de la Invernada).

Formación Punilla

Furque (1972) reconoció la Formación Punilla , en la Precordillera riojana. Posteriormente, González
y Bossi (1986) la denominaron Formación Jagüé.
Fauqué et al. (1991) y Caminos et al. (1993) señalaron señalaron la importancia de estos depósitos en la estratigrafía del Neopaleozoico de la cuenca del río Blanco.


Fernández Seveso et al. (1991) identificaron, al oeste del valle de Chaschuil, depósitos sedimentarios
análogos a los descriptos en la Precordillera riojana.

Esta unidad se observa en el Filo de los Asadores y en el cerro del Matambre, al oeste del valle de
Chaschuil, en la zona del abra de Campo Negro.

En la sierra Pintada, al oeste de Cazadero Grande, afloran lutitas y limolitas oscuras con intercalaciones de areniscas finas micáceas; en ellas, González Díaz (1971a) señaló la presencia de restos de plantas no determinables.


En la quebrada de Cazadero Grande, en elárea de Tambería, se reconocieron areniscas feldespáticas micáceas muy tenaces. Al este, los
afloramientos están limitados por falla con areniscas arcósicas claras atribuidas al Carbonífero superior, en tanto que hacia el oeste el límite es también por falla con filitas y calizas de probable edad ordovícica.

Hacia el sur, esta unidad está
cubierta por areniscas pérmicas de la Formación de la Cuesta.


Las rocas que componen el sector oriental del afloramiento son areniscas muy finas de color negro,
homogéneas y muy diaclasadas, que al microscopio revelan los efectos de un incipiente metamorfismo (Koukharsky, 1969).

Hacia el oeste, las rocas cobran aspecto pizarreño y en el Real
Rasguido se observaron areniscas finas de color gris oscuro, muy cuarzosas y diaclasadas, que forman
bancos de 10 a 30 cm de espesor, con abundantes ondulitas.


Al oeste de Cazadero Grande, en ambas márgenes de la quebrada El Cuerno, se atribuyen con reservas a esta unidad depósitos de areniscas rojas y moradas muy cuarzosas y arcosas gruesas conglomerádicas, que hacia el norte están cubiertos
por vulcanitas cenozoicas.


Relaciones estratigráficas
Esta unidad se halla por debajo de las areniscas del Carbonífero superior, que la sobreyacen mediante discordancia angular.

Edad y correlaciones
Las sedimentitas de la Formación Punilla son previas a los depósitos neopaleozoicos de la cuenca Paganzo, con una edad tentativa devónica a carbonífera inferior (Fernández Seveso et al., 1991).


Se correlacionan con las sedimentitas de la Formación Jagüel (Fauqué y Limarino, 1991) y con las
de la Formación Chinches (Mercado, 1982).

Sedimentitas Vidal Gormaz
En la frontera argentino- chilena, al norte del cerro Vidal Gormaz, aflora una secuencia sedimentaria que ha sido referida por Mpodozis et al. (1995) a la Formación Chinches, cuya edad está comprendida entre el Devónico hasta posiblemente el Carbonífero inferior, según esos autores y que aflora en las cercanías
de la laguna del Negro Francisco, en el sureste de la Región de Atacama, en Chile.


La Formación Chinches fue establecida por Mercado (1982), en tanto que Bell (1985) precisó sus características litológicas y ambiente
sedimentario. Este último autor determinó la existencia de tres facies, una de areniscas y pelitas que interpretó como originadas en un medio lacustre profundo, otra de limolitas y areniscas con ondulitas
generadas por olas en un medio lacustre, en tanto que la tercera facies está integrada por areniscas
con estratificación entrecruzada, con intercalaciones poco potentes de calizas oolíticas, pisolíticas y estromatolíticas.

La pila sedimentaria tiene un espesor de más de 2500 m, que indicaría, según Bell (1985), que fue depositada en una cuenca de tipo
pull apart.


Pórfidos riolíticos, aplitas y pegmatitas
Se agrupan bajo este título, cuerpos lentiformes o tabulares de pórfidos riolíticos, aplitas y pegmatitas; estas últimas generalmente presentan
mineralizaciones de sulfuros, casiterita, wolframita y fluorita. Muchas de ellas también son portadoras de topacio, turmalina y granates manganesíferos.
La concentración de minerales con elementos incompatibles se produjo a través de fisuras, conformando
fajas de greisen (Arrospide, 1985) en la periferia o en la cúpula de los cuerpos.

Localmente la zona mineralizada puede extenderse decenas de
metros en la roca de caja. Existe un control estructural en el proceso de mineralización.


Numerosos diques y filones capa afectan las formaciones Suri y Las Planchadas. Se trata de diques
de espesor variable entre 1 y 4 metros. Son rocas de composición dacítica a riolítica de colores violáceos y verdes, en tonalidades oscuras, con fenocristales de feldespato y cuarzo de hasta 3 mm,
en una mesostasis microgranular. Estos diques son abundantes en los afloramientos asignados a la Formación Las Planchadas, en las cabeceras del valle de Chaschuil.


En la quebrada de Los Árboles se reconocieron pórfidos riolíticos con fenocristales seriados de oligoandesina, ortoclasa, cuarzo, biotita y hornblenda de hasta 1 cm, en una mesostasis microgranosa compuesta por cuarzo, feldespato potásico, biotita y
apatita.
Linares y González (1990) otorgaron a los pórfidos riolíticos una edad de 366 ± 10 Ma por el método K/ Ar en anfíbol. Una datación U/Pb en circón, en un pórfido de la localidad Las Peladas, al norte de Cazadero Grande en el valle de Chaschuil, proporcionó una edad de 330 ± 1 Ma (Villeneuve, 1999).
Un análisis Ar/Ar en muscovita de un dique pegmatítico de la sierra de Fiambalá arrojó una edad de 360 ± 2 Ma (Grissom et al., 1998). Por todo ello la unidad se asigna al Devónico superior – Carbonífero.

Formación Punilla-Formación Jagüé

Esta secuencia sedimentaria devónico-carbonífera, denominada Formación Jagüé en la Precordillera riojana (González y Bossi, 1986), pasa en continuidad al sector septentrional de la sierra de La Punilla (Precordillera de San Juan) donde Furque (1972a, b) la designó Formación Punilla. Por lo tanto, sobre la base de la información disponible al presente y de acuerdo a la escala regional del mapeo, se cree conveniente mantener el nombre de Formación Punilla-Formación Jagüé para toda esta secuencia secuencia, hasta que un análisis más detallado permita unificar la denominación.


La denominación de Formación Jagüé se debe a González y Bossi (1986), a partir del término Jagüeliano empleado por Borrello (1955). Aceñolaza et al. (1971), en su trabajo sobre la Precordillera de Jagüé, nominaron a esta secuencia como Formación Guandacol. Posteriormente, González y Bossi (1987) identificaron dos nuevas formaciones: Agua de Lucho y Cerro Tres Cóndores, dispuestas por encima de la Formación Jagüé.

Fauqué y Limarino (1991) describieron en la zona de Agua de Carlos la relación de techo de la unidad. La abundante flora que posee fue estudiada por Azcuy y Carrizo (1995).

Posteriormente, Carrizo y Azcuy (1997) reconocieron nuevas fitozonas del Carbonífero inferior y asignaron una parte de la secuencia a la Formación Chigua (Devónico).

Hacia el sur, en la sierra de La Punilla, Furque (1972a, b) designó a estas sedimentitas como Formación Punilla.

En este sector, los trabajos de Fauqué et al. (1991), Cingolani et al. (1990, 1992), Caminos et al. (1993) y Morel et al. (1993, 1996) indicaron la importancia de estos afloramientos para la estratigrafía del neopaleozoico temprano de la Cuenca Río Blanco.

Estas unidades conforman amplios afloramientos dispuestos en una faja de orientación NNE-SSO en el sector oriental de la Precordillera riojana.

Dentro del ámbito de lTinogasta, los asomos más australes corresponden al extremo norte de la sierra de La Punilla, desde donde se extiende por la sierra de Las Minitas hasta Los Mudaderos. Continúa aflorando al norte del río Colorado en los cerros Punta Negra, Agua de Lucho, Morterito y Agua de Los Caballos.

Siguiendo en la misma dirección, estas rocas constituyen la caja de los granitos aflorantes en el cerro de Las Tunas, extendiéndose, además, unos 10 km al norte de este último.

Hacia el oeste, los afloramientos cortados por el río del Peñón, actúan también como roca de caja de los granitos de la sierra del Leoncito.

La litología consiste en sedimentitas epiclásticas gris verdosas, representadas por conglomerados,
wackes, pelitas y diamictitas. Según la descripción original de González y Bossi (1986), la Formación Jagüé está compuesta por bancos de psamitas (a wackes) con intercalaciones de capas delgadas de pelitas, de tonalidad general verde oliva.

Según los mismos autores, las sedimentitas han sufrido una fuerte diagénesis, pero no tienen signos de metamorfismo, no encontrándose evidencias de actividad volcánica contemporánea.

En un trabajo posterior, González y Bossi (1987) separaron a la secuencia inicial por ellos descripta como Formación Jagüé en tres unidades, de techo a base: Formación Cerro Tres Cóndores, Formación Agua de Lucho y Formación Jagüé.

La Formación Cerro Tres Cóndores tiene una sección inferior compuesta por paraconglomerados con clastos redondeados de metasedimentitas y olistolitos de composición arenosa y una sección superior formada por areniscas en conjuntos macizos deformados, con intercalaciones delgadas de pelitas con estratificación linsen y grauvacas macizas.

La Formación Agua de Lucho está constituida por pelitas estratificadas en capas delgadas laminadas o macizas con intercalaciones de areniscas muy finas formando lentículos. También se hallan capas continuas de areniscas finas, con estratificación paralela y capas aisladas con laminación paralela, ondulítica o en hombreras. Posteriormente, Caminos et al. (1990) realizando observaciones en las mismas localidades, dividieron la secuencia en tres secciones estructuralmente concordantes, mapeables, a las que no asignaron nombres formacionales.

La sección inferior C1, pelítico- arenosa, portadora de fauna de Protocanites y flora de Lepidodendropsis, es equiparable a la Formación Agua de Lucho y sería correlativa de la Formación Malimán;

la sección media C2, conglomerádico- arenosa, es equivalente, en parte, a la Formación Cerro Tres Cóndores y se correlaciona con el miembro inferior, psefítico, de la Formación Cortaderas;

la sección superior C3, portadora de flora de Lepidodendropsis, corresponde a la Formación Jagüé, aunque colocada en diferente posición estratigráfica y sería análoga con el miembro arenoso de la Formación Cortaderas.
Fauqué y Limarino (1991) mantuvieron la denominación inicial de Formación Jagüé para toda esta secuencia sedimentaria. Incluye, según estos autores, una potente sección de pelitas y areniscas finas de característico color verde oliva.

Aparece, intercalado en la secuencia, un interesante conjunto de diamictitas, conglomerados y pelitas guijarrosas, entre las que se han distinguido las siguientes litofacies:

pelitas laminadas con clastos, diamictitas matriz-soportadas macizas, pelitas guijarrosas y conglomerados polimícticos.

Los afloramientos del Devónico-eocarboníferos ubicados al oeste de Jagüé, continúan en dirección sur hacia la zona de Agua de Carlos y desde aquí en forma continua pasan al sector septentrional de la sierra de La Punilla. En este sector, Caminos et al. (1993) describieron dos miembros dentro de la Formación Punilla.

El inferior está compuesto por una secuencia predominantemente psamítica, con escasa participación pelítica, monótona composicionalmente, formada en su mayor parte por bancos de grauvacas, entre los que se intercalan camadas de orto y para conglomerados; los colores dominantes son gris verdoso o pardusco, muy ocasionalmente pueden aparecer bancos aislados de areniscas cuarzosas
de colores claros.

El superior está constituido por una secuencia con mayor variación litológica producida por la interestratificación rítmica de conglomerados, areniscas, limolitas y pelitas en paquetes gruesos que dan a la sucesión un aspecto muy bien estratificad; el color del conjunto es gris verdoso, con tonos moderadamente oscuros. En los niveles superiores aparecen bancos de areniscas cuarzosas de colores claros, hasta blanquecinos, que alternan con areniscas finas y limolitas oscuras.

Estructura
La secuencia de la Formación Punilla–Formación Jagué se halla afectada por estructuras gondwánicas
consistentes fundamentalmente en grandes pliegues.
En general, los ejes de plegamiento son submeridianos, aproximadamente paralelos a las estructuras ándicas; pero en muchos casos desviaciones entre estas estructuras hacen que las fallas ándicas trunquen los pliegues gondwánicos. En el tramo norte de la sierra de La Punilla hay dos grandes pliegues de primer orden el sinclinal del cerro Tambillos y el anticlinal del cerro Cebada, (Caminos et al., 1993).

La semilongitud de onda del plegamiento de primer orden es de alrededor de 20 km, por lo que el ancho de los afloramientos contiene solo el flanco oriental del sinclinal del cerro Tambillos. En Las Peladas, el núcleo del sinclinal está afectado por dos pliegues de segundo orden de casi dos kilómetros (Caminos et al., 1993).


Ambiente de sedimentación
En su trabajo inicial sobre “Los depósitos carbónicos al oeste de Jagüel”, González y Bossi (1986) mencionaron que, en esta secuencia del Carbonífero inferior continental no descartan la existencia de niveles marinos. El hallazgo de estos últimos llevó a González y Bossi (1987, a separar la secuencia de la Formación Jagüé en tres unidades, las formaciones Cerro Tres Cóndores, Agua de Lucho y Jagüé.

La secuencia de la Formación Agua de Lucho responde, según sus autores, a facies de plataforma fangosa, con alteraciones provocadas por ocasionales tormentas, derivando las facies superiores hacia un modelo costero deltaico.

La Formación Cerro Tres Cóndores se inicia con un potente olistostroma que indica sedimentación de talud continental, que pasa progresivamente a facies de tipo plataforma inclinada.

Un poco más al sur, en la zona de Agua de Carlos, Fauqué y Limarino (1991) señalaron que la Formación Jagüé se habría formado en un ambiente marino, ubicado sobre la plataforma continental.
Según ellos, el tramo superior de la secuencia fue depositado en una zona de menor profundidad, revelando una progresiva somerización.


Las facies diamictíticas identificadas en este sector, llevan a suponer a estas rocas como vinculadas a procesos glaciales, sin embargo, no es aún claro si son verdaderas tillitas glacimarinas o, por el contrario, representan facies de diamictitas resedimentadas de acumulaciones glaciarias cuasi contemporáneas.

Continuando en dirección sur, en el área del río de La Troya, Fauqué et al. (1989) describieron cuatro secciones en la secuencia aflorante en el sector.
De base a techo la primera sección se halla formada por depósitos continentales (en su base) y marinos litorales (en la parte media y superior). En la que le sigue desaparecen totalmente las facies continentales y la sedimentación marina, de mayor profundidad, es dominada por pelitas hemipelágicas, entre las que se intercalan diamictitas que representan flujos de densidad. Continúa una sección en la que comienza a producirse una marcada somerización y el pasaje a facies litorales.

Finalmente, la última sección representa depósitos de abanicos aluviales emplazados en ambientes marinos de poca profundidad (¿fan delta?).
En el extremo septentrional de la sierra de La Punilla, Caminos et al. (1993) dividieron a la unidad homónima en dos miembros. El inferior representa un ambiente marino próximo a la línea de costa, con depósitos areno-conglomerádicos, que habrían sido transportados y depositados mediante corrientes de turbidez. Diamictitas lenticulares que aparecen en algunos niveles son consideradas depósitos de canales submarinos alimentadores de las turbiditas y, las areniscas, asociadas representarían albardones de dichos canales.

El miembro superior se caracteriza por la presencia de tres megaciclos de sedimentación regresivos y transgresivos, que comienzan con facies correspondientes a ambientes de offshore, seguidos de depósitos que indican un ambiente de playas y barras arenosas; continúan facies de albufera y luego otras pertenecientes a deltas progradantes.

En la parte cuspidal del tercer megaciclo hay bloques y olistolitos que podrían interpretarse como diamictitas marinas resedimentadas.
En el sector sudoccidental de la sierra de La Punilla, Limarino y Césari (1993) agruparon a las unidades Malimán y Cortaderas en el Grupo Angualasto. La síntesis que ellos hicieron de las condiciones ambientales, en las cuales se habría depositado el grupo, caracterizan globalmente a toda la secuencia neodevónica-eocarbonífera. Se trataría de un ambiente marino litoral que incluye, además, facies francamente continentales. Describieron también dos eventos transgresivos, uno en la parte media de la Formación Malimán y otro en el techo de la Formación Cortaderas. Este último incluye diamictitas probablemente relacionadas con el episodio glacial registrado en varias cuencas carboníferas.


Relaciones estratigráficas
La base de la unidad está compuesta por un conglomerado polimíctico que se apoya discordantemente sobre filitas y volcanitas ordovícicas en la puerta de la quebrada del Salto, tributaria de la quebrada del Chuscho (ubicadas en la vertiente oriental del cerro Morterito). La relación discordante del conglomerado con lavas almohadilladas asignadas al Ordovícico se puede observar también en las cabeceras de la quebrada del Salto. El conglomerado de base tiene clastos de filitas y calizas ordovícicas, así como de granitoides y esquistos, asignados estos últimos al basamento precámbrico.
Con respecto a la relación de techo, la unidad es cubierta, mediando discordancia angular, por la Formación Río del Peñón de edad carbonífera superiorpérmica (Fauqué y Limarino, 1991)(Figura 6). El plano de discordancia es neto y aflora claramente al este del río Agua de Carlos o Agua de Cándido (sector de sierra de Las Minitas); las unidades puestas en contacto a través de este plano contrastan por su diferente estilo de deformación y por su litología y tonalidades bien distintas (Figura 7). La discordancia de ángulo alto evidencia movimientos que plegaron el sustrato devónico-eocarbonífero con anterioridad a la depositación del Carbonífero superior.

Fauqué y Limarino (1991) ubicaron a estos movimientos, con el nombre de Fase Río Blanco, en el Carbonífero medio temprano o en el límite Carbonífero inferior-medio.


Fósiles y edad
Una característica de esta unidad es el abundante contenido fosilífero que posee, tanto en lo que se refiere a restos vegetales como a invertebrados marinos. González y Bossi (1986) describieron restos vegetales, en los depósitos carboníferos al oeste de Jagüé. Los mismos corresponden a Diplothmema (ex Charnelia) dichotoma (Freng.) (Wagner, 1980), Lepidodendropsis sekondiensis? y licófitas herbáceas.

Más tarde, González y Bossi (1987) hallaron dentro de la secuencia dos niveles con invertebrados marinos, definiendo formalmente a los afloramientos que los contienen como Formación Agua de Lucho.

En el primer nivel reconocieron los siguientes taxa: Camarotechia chavelensis Amos, Palaeoneilo sp., Volsellina? sp., Bivalvia indet., Gastropoda indet. y fragmentos de tallos. En el segundo nivel Camarotechia chavelensis Amos, Spirifer sp., Asyrinxia? sp., Chonetes sp., Orbiculoidea? sp., Palaeoneilo sp., Phestia sp., Edmondla? sp., Straparollus sp., Gastropoda indet., Paraconularia sp., artejos de crinoideos y fragmentos de tallos.

Según González y Bossi (1987), esta asociación faunística indica una edad carbonífera temprana.
Un poco al sur de esa localidad, en los alrededores del paraje conocido como Agua de Cándido (o Agua de Carlos), Azcuy y Carrizo (1995) encontraron en la misma secuencia improntas de Archaeosigillaria conferta (Frenguelli) (Menéndez, 1965), asociado a otra especie de Archaeosigillaria
y a otras dos licófitas.

En esta misma localidad, Carrizo y Azcuy (1997) hallaron dos nuevas fitozonas: Archaeosigillaria-Malimanium del Carbonífero temprano temprano y Frenguellia-Paulophyton del Carbonífero temprano tardío. Azcuy y Carrizo (1998) distinguieron ritmitas de antigüedad devónica en elárea de Agua de Carlos y dos unidades carboníferas, pero no señalaron el contacto entre las secuencias devónicas y las carboníferas.

Continuando en dirección sur, en las cabeceras del río de La Troya, sobre su margen izquierda, Fauqué et al. (1989) efectuaron el hallazgo de Lepidodendropsis eximius y Diplothmema bodenbenderi, por debajo de niveles con invertebrados marinos descriptos como Camarotechia chavelensis Amos y Trepospira (Angyomphalus) sp. Se confirma de esta manera la continuidad de los afloramientos del Carbonífero inferior, entre el sector de Agua de Carlos y el sector septentrional de la sierra de La Punilla.

En esta última zona, Cingolani et al. (1990) mencionaron la existencia de restos de flora (Haplostigma sp. y otras Progymnospermophyta) que asignaron al Devónico- Carbonífero inferior, a ésta sigue otra asociación portadora de Frenguellia sp. y Diplothmema bodenbenderi que les permitió correlacionarla con las floras carboníferas tempranas de las formaciones Malimán y El Ratón. También en este sector,
Morel et al. (1993) estudiaron restos de Hyenia sp. y Malanzania antigua, que indican una edad devónica y Frenguellia eximia, Lepidodendropsis hirmeri, Diplothmema bodenbenderi y Rhodea sp. que señalarían el Carbonífero inferior. Carrizo y Azcuy (1998) citaron que las especies consideradas devónicas por Morel et al. (1993) son típicos integrantes de las asociaciones paleoflorísticas del Carbonífero temprano.

Teniendo en cuenta la información precedente, se destacarán algunos argumentos que permiten concluir una edad para la secuencia analizada:
1- No está en discusión que la mayor parte de las sedimentitas pertenecen al Carbonífero inferior.


2- No es así de claro si la parte más baja de la secuencia incluye niveles devónicos o éstos deben ser separados como otra unidad. Al respecto, el trabajo de Carrizo y Azcuy (1997) no define el contacto entre las ritmitas devónicas y las capas del Carbonífero inferior. Además, toda esta secuencia devónico- carbonífera se halla deformada conjuntamente, formando amplios pliegues.

3- No se considera adecuada la separación de la Formación Jagüé (González y Bossi, 1986), en Formación Jagüé, Formación Agua de Lucho y Formación Cerro Tres Cóndores (González y Bossi, 1987), por la presencia de paleofloras en la primera, invertebrados marinos en la segunda y ausencia de fósiles en la tercera. Según el perfil descripto por Fauqué et al. (1989) en el río de La Troya, dentro de la misma secuencia hay niveles con paleofloras y niveles con invertebrados marinos.

4- También se debe tener en cuenta lo expresado por Cingolani et al. (1992), Caminos et al. (1993), Morel et al. (1996) y finalmente Carrizo y Azcuy (1998), quienes manifestaron que, en el sector norte de la sierra de La Punilla, la formación homónima tiene en los niveles ubicados en el tope de la secuencia elementos de la asociación NBG indicadores de un Carbonífero superior temprano.

Por lo tanto, sobre la base de la información disponible al presente y de acuerdo a la escala regional del mapeo, es preferible mantener el nombre de Formación Punilla-Formación Jagüé para toda esta secuencia, considerando una edad devónica superior hasta carbonífera superior temprana para la misma.


Correlaciones
Las sedimentitas clásticas aquí tratadas forman afloramientos continuos que, desde la Precordillera de Jagüé, se extienden en dirección sur por la sierra de La Punilla, fuera del ámbito de la Hoja. Tendrían homologación total o parcial y dentro de las variaciones de facies normales, con las sedimentitas descriptas en las denominadas cuencas Río Blanco y Calingasta-Uspallata, del Paleozoico superior, que recibieron distinta denominación según las localidadades y los autores que las estudiaron.

Así, han sido denominadas como: Formaciones Malimán y Cortaderas (Scalabrini Ortiz, 1973), Formación Jagüé (Borrello, 1955; González y Bossi, 1987), Formación Punilla (Furque, 1972a), Formación del Ratón (Guerstein et al. 1965; Azcuy y Morelli, 1981). También forman parte de esta secuencia los afloramientos estudiados por Fauqué et al. (1989) en el río de La Troya y que constituyen el nexo entre la Precordillera de Jagüé, la zona d Agua de Carlos y los afloramientos del cuerpo principal de la sierra de La Punilla.

 

Grupo Chinguillos

El Grupo Chinguillos fue definido por Furque y Baldis (1973). Está integrado por las formaciones Pircas Negras y Chigua.
En el cerro de La Gloria, en la Cordillera Frontal, afloran rocas psamíticas verdosas (grauvacas) con alternancia de lutitas negras, metamorfizadas en forma incipiente, que constituyen la roca de caja de la Granodiorita Tabaquitos.

Estos afloramientos son integrados al Grupo Chinguillos, dada la edad carbonífera inferior del cuerpo intrusivo. Idéntico criterio se ha seguido con las rocas sedimentarias que constituyen la roca de caja del plutón en el borde oriental del mismo.


Formación Pircas Negras

Distribuida en el flanco sudoccidental de las sierras de La Punilla y del Volcán, la Formación Pircas Negras fue establecida por Baldis y Sarudiansky (1975), quienes reconocieron tres miembros de origen
marino:

1) Inferior, formado por conglomerados
polimícticos e intercalaciones de lutitas subordinadas;


2) Medio, integrado por ritmitas, areniscas y pelitas con marcas subestratales en las areniscas y


3) Superior, constituido por lutitas y areniscas subordinadas.


El estrato tipo se localiza en la quebrada Pircas Negras, afluente del río Blanco en la margen occidental de la sierra de La Punilla. El espesor es de 800 a 1000 metros.


La base de la unidad está en contacto por falla con la Formación Chigua y el techo no se observa.


Posee intrusiones de diques basálticos. Contiene los fósiles Phacops chavelai y Haplostigma furquei que le proporcionarían una edad devónica media a superior.


Formación Chigua

Furque y Baldis (1973) definieron esta unidad, integrada por dos miembros denominados Chavela y Ramadita, que habían sido establecidos por Furque (1956) con la categoría de formación. Si bien en este último trabajo se interpretó que estas dos unidades estaban en contacto por falla, Sarudiansky (1971) determinó que el contacto era concordante y que ambas constituyen una sucesión sedimentaria continua con fósiles comunes. La formación aflora en la margen oriental del río Blanco, entre las quebradas Ramadita y El Chaco.

Los perfiles tipo han sido descriptos en las quebradas de La Cortadera y Don Justo.

El miembro Chavela está representado por lutitas, escasas areniscas e intercalaciones de lentes calcáreos con abundante fauna marina: trilobites, amonoideos, pelecípodos, orthocerátidos y conuláridos, a los que se asocian restos de Haplostigma furquei. El espesor es de 220 metros.


El miembro Ramadita, concordante sobre el anterior y con un espesor máximo de 480 metros, está compuesto por lutitas con intercalaciones de lentes calcáreos y lentes de areniscas.

En la quebrada de La Cortadera aflora un conglomerado polimíctico lentiforme con clastos de hasta 30 cm de diámetro de areniscas y cuarzo. Contiene restos de trilobites y gastrópodos asociados a Haplostigma furquei.


La formación está intruida por diques y filones de lamprófiros andesíticos y dacíticos de la Formación Las Trancas. El contacto de la base es por falla con la Formación Pircas Negras, mientras que el techo está cubierto mediante discordancia angular por depósitos carboníferos de la Formación Malimán.


El ambiente es de abanico distal o bien de la parte externa de un abanico medio.
Sobre la base de su contenido fosilífero se considera una edad devónica media a superior (Baldis y Sarudiansky, 1975). Se correlaciona con la Formación Punta Negra de la Precordillera riojana.

Formación Punilla

La Formación Punilla fue definida por Furque (1956) y asignada al Devónico sobre la base de plantas fósiles estudiadas por Frenguelli (1954). Los afloramientos de esta unidad abarcan ran parte de las sierras de La Punilla y del Volcán, Mapeados y descriptos por Furque (1963, 1972).



Por estudios regionales efectuados en la región occidental de la Precordillera entre los paralelos de 29º 30´ y 30º, y del análisis de perfiles de detalle realizados en las quebradas de Las Trancas y Cortadera de la Aguadita y en la vega del Potrerito, Baldis y Sarudiansky (1975) dividieron a la formación en cuatro miembros, desde abajo hacia arriba:

a) Miembro de ritmitas verde grisáceas, constituido por lutitas, limolitas, areniscas gradadas con marcas de flujos subestratales e intercalaciones de pelitas con variaciones de facies hacia conglomerados polimícticos y fangolitas guijarrosas;

b) Miembro de conglomerados gris verdosos, integrado por conglomerados dominantes,
clasto sostén, con aporte autoclástico e intercalaciones de areniscas y limolitas;

c) Miembro de ritmitas grises, con capas de areniscas gradadas con marcas subestratales de flujo que terminan en pelitas con gradación normal, y

d) Miembro de limolitas azules, formado por limolitas y lutitas de colores azulados, y fangolitas guijarrosas con clastos de rocas exóticas (ígneas, calcáreas, metamórficas).
El máximo espesor medido fue de 1884 metros.


Otra interpretación de la estratigrafía de la formación fue efectuada por Caminos et al. (1993) en el norte de la sierra de La Punilla, desde el extremo septentrional hasta la latitud de la quebrada Acerillos.
Estos autores dividieron a la Formación Punilla en dos miembros de rasgos líticos diferentes.

El miembro inferior es una secuencia psamítica de 3500 m de espesor, compuesta esencialmente por bancos de grauvacas con intercalaciones e conglomerados y con participación minoritaria de rocas pelíticas.

Parte de esta secuencia había sido descripta por Cingolani et al. (1990) entre las quebradas de La Jarilla y de Vara, en el flanco oriental de la sierra de La Punilla.

En transición gradual, sucede al anterior el miembro superior, integrado por conglomerados, areniscas, limolitas y pelitas interestratificados en sucesiones rítmicas.

Caminos et al. (1993) determinaron en este miembro ciclos de sedimentación regresivos y transgresivos, que comienzan con areniscas y pelitas de ambiente de offshore y rematan con intercalaciones de areniscas con laminación paralela y entrecruzada y pelitas con laminación paralela y ondulítica interpretados como depósitos fluviales.


El espesor de este miembro es de alrededor de 4000 metros.


El ambiente, según Baldis y Sarudiansky (1975), pertenece a conos submarinos en un área costanera con fuerte relieve del continente. La presencia de imbricación de algunos clastos de conglomerado podría indicar una depositación de tipo fluvial alternando con el régimen subácueo.


Por otra parte, Caminos et al. (1993) interpretaron al miembro inferior como correspondiente a un ambiente marino, próximo a la costa, mientras que los niveles conglomerádicos habrían sido depositados por corrientes de turbidez, en tanto que el miembro superior se habría originado por la alternancia de depósitos marinos litorales con otros continentales fluviales.


La base de la formación está en contacto por falla, en tanto que los depósitos neocarboníferos de la Formación Quebrada Larga la cubren en discordancia angular (Caminos et al., 1993).


Tradicionalmente adjudicada al Devónico (Furque, 1956, 1963, 1972), sobre la base de su contenido florístico (Frenguelli, 1952), nuevos estudios revelaron que la formación se extiende hasta el Carbonífero inferior.

En efecto, Caminos et al. (1993) determinaron que al miembro inferior de la unidad se le atribuye una edad devónica media a superior, de acuerdo con los hallazgos de megaflora realizados en la quebrada de La Jarilla, en tanto que el miembro superior, el abundante contenido fosilífero permite asignarlo al Carbonífero inferior.


Baldis y Sarudiansky (1975) correlacionaron a esta unidad con la Formación Punta Negra de Talacasto y el río San Juan. Caminos et al. (1993) homologaron el miembro inferior con la Formación Chigua, mientras que el miembro superior se correlaciona con el Grupo Angualasto
.

 

PROVINCIA DE MENDOZA

Valle de Uspallata y faldeo E del Cordón del Tigre

(32° 16´N)

Cordón del Carrizalito-Pampa de las Avestruces-Ao Alvarado (33° 58 ´N)

Grupo Ciénaga del Medio

Fue definido por Amos y Marchese (1965) para estratos sedimentarios del Paleozoico inferior aflorantes en el flanco occidental de la Precordillera en la provincia de San Juan. Amos y Marchese (1965) subdividieron el Grupo Ciénaga del Medio en tres miembros y equipararon el miembro inferior con la Formación Hilario de Mésigos (1953).

Posteriormente, Padula et al. (1967) definieron las Formaciones Lomitas Negras, más antigua y Tontal, más joven, para abarcar los dos miembros superiores (cf. Furque y Cuerda, 1979).

En la Cordillera Frontal el Grupo Ciénaga del Medio abarca extensas áreas de afloramientos, en el flanco occidental de la sierra de Ansilta y en el cordón Cucaracha y serranías al oeste.

Estos afloramientos del Grupo Ciénaga del Medio no se adecuan a la nomenclatura estratigráfica establecida en la Precordillera de San Juan, por lo que en Cordillera Frontal se divide en las Formaciones Sandalio, más antigua y Tontal, más joven.

El espesor del Grupo Ciénaga del Medio se estima en 1,5 km, aproximadamente. La base del grupo no aflora y su techo es una discordancia de alto ángulo bajo sedimentitas neopaleozoicas y volcanitas del Grupo Choiyoi.

El Grupo Ciénaga del Medio se atribuye al Ordovícico(?)-Devónico inferior en base a restos de plantas vasculares (Cortés, 1992) y a la fuerte deformación estructural de las rocas que lo componen. Las rocas de este grupo están, en general, fuertemente plegadas; los estratos de arenisca comúnmente desarrollan un fuerte clivaje disyuntivo y las pizarras en partes están crenuladas.

Formación Tontal

La Formación Tontal es parcialmente equivalente a los términos superiores del Grupo Ciénaga del Medio en su localidad tipoEstratos de la Formación Tontal afloran extensamente en el flanco oriental del cordón del Cerro Redondo y al oeste de la sierra de Ansilta y del cordón de la Gloria

.La Formación Tontal consiste de paquetes estrato y granocrecientes compuestos por pizarra gris plomo con estratos delgados de arenisca fina, en el tramo inferior, y arenisca verde oliva, de grano grueso, en estratos gruesos (de hasta 2 m de espesor) con bases netas y planas.Algunos estratos gruesos de arenisca tienen gradación granulométrica normal y laminación de ondulita cerca del techo. Por otra parte, muchos estratos delgados y medianos de arenisca muestran laminación de ondulitas en todo su espesor.

El pasaje de la Formación Sandalio a la Formación Tontal es gradual y está bien expuesto en el flanco occidental de la sierra de Ansilta.En la Formación Sandalio, la abundancia de pizarra y las intercalaciones de basaltos sugieren una sedimentación a profundidades batiales.En cambio, en la Formación Tontal, la abundancia de estratos con laminación de ondulitas sugiere la acción de oleaje y una sedimentación a profundidades neríticas, probablemente con una influencia deltaica registrada en los estratos gruesos de arenisca.

Las capas de la Formación Tontal se disponen en láminas tectónicas paralelas, de rumbo nor-noreste a nor-noroeste, limitadas por corrimientos generalmente localizados en las secciones pelíticas.Dichas láminas son sinclinorios y anticlinorios hectométricos, de 400 a 600 metros de longitud de onda, cuyos flancos muestran pliegues decamétricos y métricos.En su gran mayoría son pliegues cerrados y derechos con ejes horizontales o con suave inversión al norte. Es conspicuo el clivaje disyuntivo. La vergencia es occidental en las cuchillas del Tigre y oriental en la sierra de Ansilta.

Formacion Sandalio

Cortés (1992) acuñó el nombre Formación Sandalio para referirse a las rocas volcánicas del Grupo Ciénaga del Medio en los cordones del Cerro Redondo y Sandalia.

La Formación Sandalio incluye también los estratos sedimentarías interestratificados con las volcanitas. Así redefinida, la Formación Sandalio equivale a los términos inferiores del Grupo Ciénaga del Medio en su localidad tipo.

La Formación Sandalio aflora en el cordón Sandalia, en el margen occidental del cordón del Cerro Redondo, y en el flanco occidental de la sierra de Ansilta.La Formación Sandalio consiste de pizarra gris plomo, gris verde y morada, en diferentes afloramientos, con intercalaciones de arenisca verde oliva, de grano fino, en bancos delgados con bases netas y planas que muestran huellas de vermes; internamente los bancos de arenisca desarrollan gradación granulométrica normal y suelen mostrar laminación de ondulita en parte o todo su espesor. Numerosas coladas de basalto almohadillado se intercalan en estas sedimentitas.

El mayor espesor de basalto aflora en el flanco occidental de la sierra de Ansilta. Estas rocas probablemente se acumularon en una cuenca marina profunda, dominada por la sedimentación hemipelágica.Las rocas volcánicas se distribuyen en dos fajas que pueden denominarse oriental y occidental. La primera aflora en las vertientes occidentales de la sierra de Ansilta y en el cordón de la Gloria y la segunda en el este del cordón Sandalio. En el norte de la faja oriental las rocas volcánicas dan intercalaciones tabulares concordantes con espesores comprendidos entre 6 y 10 m.

En la faja occidental, Cortés (1992) reconoció hasta 6 niveles volcánicos con espesores comprendidos entre 2 y 20 m que incluyen importantes secciones de lavas almohadilladas.La composición de las rocas es basáltica hasta andesítica-basáltica. Mesoscópicamente están formadas por un agregado muy fino negro, gris oscuro, gris verdoso o gris azulado claro, con hasta un 10% de fenocristales de plagioclasa alterada que alcanzan 5 mm de largo. Al microscopio son porfíricas con pastas intersertales, variolíticas u ofíticas y contienen clinopiroxenos incoloros, ilmenita, magnetita y plagioclasas albitizadas y/o convertidas en material isótropo del tipo del alofano, con clorita, epidotos, serpentina y calcita como minerales secundarios.

Los análisis químicos por elementos mayoritarios y trazas de dos basaltos de la faja oriental (IG-MK-23 y 24), que son comparables a los de la faja occidental presentados por Cortés y Kay (1994), de filiación toleítica derivada de una fuente enriquecida (MORE-E). Los diagramas de tierras raras normalizadas y Th-Hf/3-Ta ejemplifican tales consideraciones

f j

Cortés y Kay (1994) agregaron datos isotópicos de Sr y Nd y propusieron que estas rocas basálticas derivaron de una fuente enriquecida a lo largo de una dorsal oceánica, sin descartar completamente ambientes posibles de plateau oceánico o de isla oceánica.

Los afloramientos de la Formación Sandalio, en el cordón del Cerro Redondo, conforman una zona afectada por distorsión, plegamiento e imbricación tectónica. Las lavas forman parte de una gran estructura anticlinorio y de secciones de mayor potencia repetidas por fallamiento inverso (Cortés, 1992; Cortés y Kay, 1994). En la mitad occidental del cordón de la Gloria, la Formación Sandalio está repetida tectónicamente, constituyendo dos fajas de afloramientos deformadas con vergencia oriental. Las secciones lávicas están segmentadas por budinage. Las estructuras descriptas están cortadas por fallas oblicuas de orientación noroeste y desplazamiento de rumbo siniestral (Zona de Cizalla Yalguaraz).

 

Correlación y paleogeografía

Los Estratos del Grupo Ciénaga del Medio contienen restos vegetales que indican una edad Silúrico-Devónico (Cortés, 1992). Depósitos de esa unidad en su área tipo, en la Precordillera de San Juan, fuera del ámbito de la zona de Yalguaraz, apoyan sobre estratos con fauna del Silúrico (Padula et al., ,1.967)

En base a esta información, decididamente escasa, el Grupo Ciénaga del Medio se correlaciona parcialmente con los miembros Empozada y Canota de la Formación Villavicencio. La presencia de depósitos neríticos en la Formación Tontal y en el Miembro Canota concuerda con esta correlación.

La sucesión del Ordovícico medio a Devónico refleja una progresiva somerización de la cuenca y la progradación del borde de plataforma hacia el oeste.

La Formación Villavicencio, por su parte, contiene quitinozoos del Silúrico(?) en el Miembro Canota y graptolitos del Ordovícico superior en el Miembro Empozada. La mayor parte del espesor de la Formación Villavicencio está, sin embargo, por debajo del Miembro Empozada y, por lo tanto, probablemente corresponde extensamente al Ordovícico medio.

 

Apuntes viejos: Descripción de las unidades Famatinianas

Ramos, V., 1984. Chilenia: Un terreno alóctono en la evolución paleozoica de los Andes centrales. IX Congreso Geol. Argentino. Actas II: 84-106

Tonalita del Carrizalito (Devónico -Carbónico)

 

 

y Formación Las Lagunitas (Ordovícico)